Si ya escuchas mucho sobre el Black Friday ya no tienes idea de cómo surgió todo, vamos a contarte un poco sobre este evento.
El Black Friday es un día específico en el que los minoristas realizan varios tipos de promociones para atraer a nuevos consumidores.
Con eso, los consumidores obtienen un descuento en diferentes productos.
Esta idea se consolidó en los Estados Unidos a finales del siglo 20, y tiene lugar el cuarto viernes de noviembre, celebrándose justo después del Día de Acción de Gracias.
En este punto, se considera la hora exacta en que comienzan las ventas específicas de Navidad.
Hasta antes de las décadas de 1980 y 1990 el viernes no tenía este nombre de “Black Friday“. Esta expresión se hizo popular a partir de esas dos décadas en los Estados Unidos.
Así, hoy en día se ha convertido en el día de mayor compra por parte de los estadounidenses.
Esta fecha se ha popularizado en el país, convirtiéndose en sinónimo de productos a precios absurdamente bajos y asequibles.
Y todo eso, en comparación con el resto del año.
Viendo todo el éxito en el que se ha convertido esta tradición. La idea se fue extendiendo a todos los países vecinos, como México y Canadá.
En Brasil, esta fecha se utilizó por primera vez solo en 2010.
Con esto, la visualización fue tan grande que llamó la atención de otros retailers a partir de 2012. Y con eso, las grandes marcas ya han comenzado a entrar en la estrategia.
Por supuesto que no podemos dejar de decir que al principio, la idea estuvo llena de todo tipo de críticas, pues muchas empresas ofrecían descuentos falsos.
Así la fecha se consolidó como un momento para aprovechar y hacer esa compra que tanto esperó y solo en ese momento el valor es asequible.
Por ejemplo, en 2019, fue registrado una facturación de nada más, nada menos que R$ 3,2 mil millones de reales.
Por lo tanto, el Black Friday también está disponible en línea, produce una buena facturación para sus minoristas y garantiza aquellos productos tan deseados durante todo el año.